La vida es un regalo, el mas preciado, cada instante, cada respiro; único como la vida misma, no obstante, cuando se trata el tema de la vida como tal con estudiantes de media vocacional aparece una expresión de cansancio, de desconsuelo, pareciera que ya hubieran vivido lo suficiente, el afán por convertirse en adultos impuestos por la sociedad de mercado los ha envejecido, ensimismados en la red; el móvil se ha constituido en una extensión del cuerpo; que impide verlo inmediato; donde se encuentra lo bello, el instante en si. Conducirlos a compartir con los estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE), permitió que cuestionaran sus practicas y revaluaran el proyecto de vida hasta ahora incipiente, para que germine sobre el eje del compromiso con el otro.
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